La Segunda Caza del Grafiti nos ha llevado a Narón, una ciudad que durante décadas ha mostrado un muro lleno de grafitis a los viandantes que entran desde Ferrol. Los grafitis del vídeo y de las fotografías están ubicados en el muro situado a unos 100 metros del Puente de las Cabras, que separa las ciudades de Narón y Ferrol (Galicia - España). Un muro que siempre llamó la atención.
La tradición grafitera naronesa viene de largo, y la muralla de "las casas de la marina" en la que están pintados estos grafitis lleva décadas albergando el arte callejero de la ciudad. Narón ha sabido adaptarse a los tiempos modernos y es pionera en permitir de un modo controlado estas manifestaciones artísticas. De este modo, unas paredes que siempre estaban manchadas por la humedad y pintadas de modo apresurado y poco detallista, hoy son una obra de arte que da belleza al entorno, y saluda de un modo divertido a los transeúntes que llegan a la ciudad.
El grafiti y el mural artístico
La diferencia entre mural artístico y grafiti sólo atiende a la legalidad de la obra. Si es grafiti no puede ser legal. Sin embargo este slogan ha quedado anticuado. La calle fluye a una velocidad distinta a la de los lingüistas. Es una diferencia de diccionario, quizás también para los más puristas grafiteros. Si seguimos la regla de que el grafiti es ilegal, algunos de los grafiteros más famosos ya no podríamos llamarlos grafiteros.
Los responsables de urbanismo de las grandes ciudades cuidan las obras urbanas de calidad y las obras de grafiteros consagrados porque han visto al grafiti como un elemento decorativo que atrae turistas. Una ayuda en lugar de un problema, por ello en algunos barrios de las grandes ciudades se fomenta de modo controlado. Se persigue el tag y las pintadas que rompan la armonía del entorno, pero en cambio se montan andamios para obras colosales que llenen de vida determinadas ubicaciones de la ciudad.
En la calle se emplea el término grafiti
En la calle es distinto. La diferencia entre mural artístico y grafiti no existe. Por ello en esta web ambos términos están empleados como sinónimos. Aunque nos gusta más el término grafiti, es más directo y más utilizado en el lenguaje cotidiano.
Hemos realizado la prueba. Todos los transeúntes de Narón que paseaban mientras fotografiábamos esta muralla llena de murales artísticos nos dijeron que eran grafitis, cuando en realidad son eso, murales artísticos, pues se han realizado de un modo legal, permitido o fomentado por las autoridades.
Una iniciativa de la que Narón es pionera entre las grandes ciudades gallegas. Desde el propio Concello de Narón se han organizado encuentros para la juventud en los que se organizaron exhibiciones de grafiti junto a exhibiciones de deportes urbanos como skate, parkour o patinaje callejero. Iniciativas que fomentan los deportes urbanos y otras actividades como el grafiti, y educan para su práctica de un modo responsable y en lugares seguros y habilitados para su desarrollo.
Monigotes que decoran mobiliario urbano en Narón.
El grafiti como arte surrealista
Una de las obras que más nos ha impresionado en esta caza del grafiti fue un conjunto de pintadas sobre una partida de cartas.
El chico que se tapa los ojos con la mano pero sigue observando, resulta una obra muy expresiva, un tanto abstracta. Por mucho que tapes los ojos a la realidad, ésta sigue estando ahí. La realidad juega su partida. Mirar hacia otro lado no mejora tus cartas, no te hace inocente, no evita que la realidad se abalance sobre ti como un fiero felino. Podría decir otra cosa, pero es lo bueno del arte surrealista, sugiere algo, pero nunca lo dice de modo completo, haciendo al espectador artífice de la obra, pues su pensamiento completa la idea.
El sentido de toda buena obra surrealista lo completan los ojos del espectador. Los grafitis de la izquierda son una bonita expresión, una obra de arte surrealista.
El estilo de los tres grafitis es similar. Sus trazos, su gama cromática -en especial sus tonos azul metalizado-, y las cartas como elemento común sugieren el estilo característico de un grafitero del que no conocemos el nombre, pero que firma el tercer grafiti. No hemos sido capaces de entender la firma. El grafiti tiene unos códigos propios, una jerga desconocida para los no iniciados en este arte.
Casi todo grafiti representa algo
El mensaje de un grafiti no suele ser explícito, muchas veces ni siquiera consciente. Nosotros hemos visto en este grafiti que integra unas cajas de contadores eléctricos en la muralla una exaltación de la amistad. Somos monstruitos, el mundo nos margina, pero tenemos sentimientos. Nos queremos.
Este grafiti de DGN que parece señalarte... ¿es una caricatura de David Carradine caracterizado como Bill en la peli de Quentin Tarantino?
Grafiti de Doctöy. Una pesadilla surrealista que muestra un sentimiento de desesperación.
¿Gulliver con gafas de sol? Quizás durmiendo la resaca después de una noche de sonrisas.
Al trompetista del grafiti de la izquierda parece que se le complica el día. El dibujo de un trompetista... o cómo incluir de modo genial un tag en un dibujo.
Asociación de ideas. El pelo de la chica del grafiti de la derecha sugiere una ola del mar. Su color azul... ¿un día invernal en la playa?
El grafiti de la derecha es menos inocente de lo que parece a primera vista. Forman una pareja inseparable, un tanto tímida, a veces. Una caricatura divertida y original.
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