Héroes del Rock. Hoy.... Phil Lynott y sus Thin Lizzy Profetas en su tierra, y también fuera de ella, Thin Lizzy fueron la primera banda de hard rock irlandesa que consiguió triunfar en el panorama internacional. La primera que trascendió y se convirtió en leyenda. Su líder, Phil Lynott, vivió rápido su sueño, una vida de Rock Star...
Phil Lynott fue un frontman muy expresivo y lleno de estilo hard rockero. Muchas portadas de discos de Thin Lizzy quisieron mostrar alguno de sus movimientos habituales. Esta Rock Star tenía un modo de moverse y de acribillar su bajo que desbordaba pasión y que influyó a muchos músicos, sobre todo de heavy metal.
Opinión a quemarropa sobre Phil Lynott y el mito de la Rock Star. Por Alabama AQ.
Phil Lynott y otros mártires del rock. El mito de la Rock Star
La decadencia de las estrellas del rock provocada por sus excesos Phil Lynott consiguió alcanzar su objetivo: Thin Lizzy reinaron en la cima, el Olimpo destinado a los Monstruos del Rock. La escena musical consideró a su líder una Rock Star. Siguió el camino que deseaba, como él mismo decía: "Estoy cansado de escuchar que las grandes estrellas del Rock N' Roll sienten lástima de sí mismos, que no les interesa la fama y los aburre. Yo no me siento así".
Convertirse en una Rock Star suele tener dos caras. Una parte es cumplir el mito del sueño americano, lograr el éxito y vivir una vida llena de desenfreno resumida por el slogan de "sexo, drogas y Rock N' Roll", y luego está el final del camino, lleno de callejones oscuros y mugrientos. Phil Lynott se quedó atrapado en uno que no tenía salida, y como en el caso de tantas otras Rock Stars, el exceso hizo mella en su inigualable talento, y lo más importante, en su vida privada. Entonces ese exceso dejó de ser una fuente de diversión para convertirse en una adicción.
La historia del rock está plagada de trágicos desenlaces, que en ocasiones hacen olvidar la parte decadente en la vida de una Rock Star y que devuelven la gloria perdida a la víctima. Nace la leyenda, se llame Elvis, Jim Morrison, Janis Joplin, Brian Jones, Keith Moon, Layne Staley o el propio Phil Lynott -por citar a alguno de los más famosos-. Sus familiares y amigos los veían hundirse poco a poco, desperdiciando su talento, poniendo en peligro sus vidas, sin poder hacer nada por ayudarlos. Se fueron muy rápido por culpa de sus adicciones. Justo los perdimos cuando ya empezábamos a echarlos de menos. Estos ídolos se adentraban en una fase decadente. Unos bañada en alcohol, otros manchando sus venas, otros consumiendo fármacos sin control. Todos fueron en esta etapa final de sus vidas sólo una sombra de su increíble talento. Nadie supo ayudarles.
Otras grandes Rock Stars como Jimi Hendrix, Bon Scott, John Bonham no llegaron a un estado de decadencia, pero también se fueron muy pronto víctimas de sus excesos. En casi todos los finales repentinos, la droga es la culpable, o al menos un detonante. Muchos rockeros se tiran de cabeza, pero son pocos los que sobreviven indemnes a un pozo sin fondo. Sin embargo, también es importante conocer esta parte decadente en la vida de una Rock Star, y normalmente se olvida. Es la canción triste de la historia y encierra una desgraciada lección. El final de Phil Lynott -y de tantos otros mártires del rock- no empaña su increíble trayectoria, ni su legado a la música y a la cultura, es una parte de su leyenda y representa un aviso a futuros navegantes. Llegar a la cima del rock es difícil, pero más difícil es sobrevivir al mito de la Rock Star.
En un trago de su sexta cerveza, Eric Bell tuvo una premonición. Un guitarrista blanco y rubio de Belfast, un vocalista negro de Dublín; uno católico, el otro protestante... ¿Por qué no ir de la mano como hermanos? De esto trata el rock, abrir conciencias, libertad, igualdad, ¿no? Pero el camarero no entendía de qué hablaba el bueno de Eric.
El concierto terminó, y Eric Bell salió disparado hacia Phil Lynott, que estaba a punto de pedirse la primera copa de la noche. Tiró de él y del batería Brian Downey hacia un lado. Vamos a formar un grupo de rock, les dijo. Uno bueno de verdad. Y así, aquella noche, nació Thin Lizzy.
El camino de Thin Lizzy hacia el éxito Al terminar su concierto de aquella noche, Phil Lynott hizo lo mismo de siempre. Lo llevaba en la sangre. Ya desde sus primeros días como músico el futuro líder de Thin Lizzy solía beber e irse de fiesta con su público. Fue una costumbre a lo largo de su carrera, y con los años las fiestas aumentarían de magnitud, hasta un nivel de perversión similar al de las bandas más grandes, ese selecto grupo de Monstruos del Rock de los que Thin Lizzy formó parte.
A Phil Lynott le iban las copas, el ligoteo, la escena rockera, y muchas otras cosas... todo aquello fue casi siempre su vida. Es cierto que cometió más excesos siendo famoso, pero en realidad la fama no lo cambió, antes y después se comportó como una Rock Star. Y este ideal de vida rockera con el que soñaba Phil Lynott fue clave para que formase Thin Lizzy. Pero no adelantemos acontecimientos, después de aquel concierto de Orphanage, las copas pintaban un poco más interesantes que de costumbre, pues el tipo que quería formar un grupo juraba haber tocado con Van Morrison, uno de los ídolos de Phil Lynott.
Al principio no sabía muy bien de qué iba Eric Bell, pero no dudó en tomarse unas copas con él, a fin de cuentas sabía mucho de un gran músico irlandés, como era Van Morrison, así que le siguió la corriente. Claro, formemos un grupo.
Unos días después Phil Lynott pidió referencias sobre este nuevo guitarrista a su amigo Gary Moore. Sí, el mismo Gary Moore, ese que no muchos años después sería considerado también por toda la escena como una de las grandes figuras del rock duro. Gary Moore corroboró que Eric Bell decía la verdad, era un guitarrista famoso que había grabado un disco, "Them Again", con los exitosos Them. A Phil Lynott se le abrieron los ojos. Siempre tuvo un objetivo, vivir de la música y convertirse en una Rock Star. Era su oportunidad.
La formación y los inicios de Thin Lizzy
Eric Bell se une a Phil Lynott y Brian Downey de Orphanage La historia de Thin Lizzy comienza un helado Noviembre de 1969 en el calor de un pub dublinés...
Entonces Eric Bell apuró su cerveza, no se fuese a calentar. Era la quinta que se tragaba en un volado. Al principio no sabía qué hacía allí, en el Countdown Club de Dublín, pero había oído hablar mucho de él. Aquella chica había pintado a ese tal Phil Lynott como una fuerza escénica, una pantera que las dejaba fascinadas, y no sólo a ellas, su pasión elevaba el espíritu de los tíos, vamos las jarras de cerveza con esas arengas sobre ser irlandés.
Una actuación en directo de un irlandés negro que lideraba un grupo de rock y que además la rompía no era fácil de ver en el Dublín de finales de los '60, era imposible. ¿Cómo perdérselo? Un amigo de Eric lo había descrito como el primer irlandés negro, una simple broma entre cervezas. El caso es que ese tal Phil Lynott estaba en boca de todos, y ahora Eric sabía el porqué.
Desde que escuchó los primeros versos de Phil Lynott, Eric Bell supo que llegaría lejos. Creyó ver en su forma de actuar delante del público la chispa que tienen las grandes Rock Star, en especial los mejores frontman. Un guitarrista experimentado como él podía verlo. Se pidió otra pinta. Una idea se iba formando en su cabeza...
No sólo es su estilo o su voz, pensó Eric, luego está "eso". Algo tenía esa música que lo incitaba a beber. Quizás la melodía, tan festiva a la vez que bluesera. ¿Cómo se llama la banda de Phil?- preguntó al camarero. Orphanage, le contestó, un grupo que acababa de formarse.
Una vida en la carretera: Los primeros discos.
Phil Lynott, Eric Bell y Brian Downey decidieron formar una banda juntos. Son la primera formación de Thin Lizzy.
Claro que el camino hacia el éxito pasa por currarse un montón de canciones y luego actuar todas las noches en locales de poca monta por unos pocos dólares, cuando no sólo a cambio de las consumiciones. Los comienzos son difíciles. Es una constante en casi todas las grandes bandas. Primero toca despegar, y para ello siempre se precisa una dosis enorme de esfuerzo y de talento.
El trío no paró de ensayar, y de componer unas canciones que necesitaron tocar noche tras noche para poder comer al día siguiente. No cabe duda de que las dificultades son uno de los mejores alicientes para desarrollar el talento. Por ello una vez en el estudio, las grandes bandas suelen tardar poco tiempo en finalizar su primer disco: han tocado esas canciones una y mil veces.
Los Thin Lizzy fueron puliendo sus primeras canciones en los directos de los clubes dublineses durante el año 1970. Los tres miembros estaban decididos a labrarse un nombre en el rock n' roll. Phil Lynott se estaba destapando no sólo como un gran showman, también como el compositor principal del trío. Les llegó la oportunidad de grabar su primer disco cuando un cazatalentos de Decca los vio en una audición en 1971. En cinco días de estudio, sólo cinco, Thin Lizzy grabó su primer disco, homónimo.
Thin Lizzy eran una banda joven que aún buscaba encontrar su sonido. Este primer disco vuela hacia el rock psicodélico. Aunque no obtuvo gran éxito, sí recibió el beneplácito de la prensa, pues el disco estaba lleno de grandes canciones.
Este primer LP de la banda no contiene una canción inmediata, un corte pegadizo que pueda escalar posiciones en las listas de éxito. Es un gran pecado para un disco debut. Por aquellos años, si los primeros discos una banda no componía un single que pudiese triunfar en la radio, estaba casi muerta. Hasta que Phil Lynott y compañía no entendieron esto, no consiguieron subir a los altares del rock. Por muy buenas que fuesen las canciones de la banda, no llegaban al gran público. Pocos escucharon los primeros discos hasta que años después llegaron los singles Whiskey In The Jar y, sobre todo, The Boys Are Back In Town del Jailbreak.
El disco Thin Lizzy no los convirtió en estrellas, sin embargo les dio estabilidad económica y les aseguró un buen puñado de actuaciones. Llegarían tiempos mejores. Mientras tanto, volvieron a entrar en el estudio para grabar su segundo álbum: Shades of A Blue Orphanage, un disco menos logrado que el primero, aunque no falto de algunas buenas canciones. En el resultado final, se notó la falta de tiempo para que el trío pudiese componer nuevos temas y pulirlos en los directos. Esto se debió a que, aunque modestas, las ventas del primer LP superaron las expectativas de la discográfica, que quiso sacar provecho, y ya se sabe, donde priman los intereses... Los dirigentes de Decca quisieron aprovechar el tirón de la banda y la apresuraron a entrar en el estudio. Antes de tiempo, a tenor del resultado. -A la derecha tenéis los enlaces a una crítica más completa de estos discos-.
El éxito de Thin Lizzy con el himno Whiskey In The Jar Después de dos discos en el mercado, los Thin Lizzy estaban en tierra de nadie. Las actuaciones se limitaban a pequeños locales, las ventas de los discos eran menos que modestas en Irlanda y prácticamente nulas en Inglaterra. Para el resto del mundo no existían. El camino de la Rock Star que tanto ansiaba su líder se antojaba una quimera.
La formación clásica de Thin Lizzy y sus mejores discos
La marcha de Eric Bell estuvo a punto de terminar con Thin Lizzy. No resultaba tarea fácil encontrar un nuevo guitarrista con el talento del irlandés. El sustituto lógico era Gary Moore, y llegó a completar una gira con la banda. Duró poco, aunque volvería en varias ocasiones posteriores. El guitarrista era un gran amigo de Phil Lynott, y también su rival, dos talentos puros que tenían opiniones distintas hacia donde evolucionar el sonido de la banda, y lo más importante, se disputaban el puesto de líder.
Primer LP de Thin Lizzy (1971)
Phil Lynott fue uno de los mejores frontman de la escena rockera. Alguna de sus poses y movimientos han inspirado a numerosos vocalistas y bajistas. Solía estirar sus largas piernas mientras tocaba notas de su bajo justo delante del público. Este gesto se convirtió en imagen icónica de Thin Lizzy.
La portada de la biografíaThe Boys Are Back muestra una foto llena del estilo que caracterizó a Phil Lynott en sus conciertos. El músico siempre se preocupó por su apariencia. Solía vestir en muchas de sus actuaciones camisa de cuello alto, pulseras y cinturón de pinchos, pantalones de cuero, pendiente de aros en su oreja izquierda, además de su mítico bajo Fender Precision. Vestido para la batalla. Se encontraba en el mejor momento de su carrera.
La última etapa de la banda: de Bad Reputation a Thunder and Lighting
Realmente Thin Lizzy vivió una gira sin fin durante su carrera. Los conciertos, las grabaciones y la farra extenuaban a sus componentes, de ahí el baile de guitarristas a lo largo de los años, en especial en esta última etapa. Phil Lynott era la única pieza insustituible, y cargaba con la responsabilidad de liderar la banda, componer las canciones, atender a la prensa y lidiar con una discográfica, ahora Vertigo, que quería más y más: canciones, giras, y sobre todo hacer caja. Y Phil, además de amar el rock, amaba divertirse. Todos dependían de él, y aunque la presión iba apoderándolo, no defraudó, llegaron Bad Reputation y Black Rose (este último, el único con Gary Moore como guitarrista), y entre medias, uno de los mejores discos en directo de la historia del rock, Live And Dangerous.
Thin Lizzy vivían en la cima del rock, a un ritmo infernal. Entonces Phil Lynott se cansó de ser una Rock Star. Su vida dio un vuelco cuando conoció a Caroline Crowther. Se enamoró, se casó y tuvo dos hijas. Todo muy rápido, como siempre a lo largo de su vida. Hubiese sido un final feliz. Pero otra dama se cruzó en el camino. Una dama con la que han bailado muchos rockeros.
Phil Lynott tenía una nueva pasión, su mujer, y quería dedicarse a ella, a vivir una vida diferente. No se había cansado, pero sí había bebido lo suficiente del rock como para merecerse un descanso. Sin embargo, él era Thin Lizzy, y no podía fallar a sus compañeros de grupo y dejarlos en la estacada. La discográfica los instó a grabar un nuevo disco para mantener el ritmo de ventas y el interés por el grupo.
Durante la grabación de Chinatown la banda se fue a vivir a Londres. En el estudio de grabación comenzó a entrar una cantidad ingente de esa maldita sustancia que se ha cargado a tantos rockeros a lo largo de la historia. Scott Gorham y Phil Lynott se engancharon a la dama de blanco. Scott consiguió salir por piernas, abandonó la banda a tiempo. Phil era insustituible, el resto de la banda, a los que consideraba su segunda familia, dependían de él. Estaba entre la espada y la pared, y no supo decir "no". Thin Lizzy vivió tres años más, en los que Phil Lynott siguió viviendo como una Rock Star, al mismo tiempo que era padre de familia. Pero no pudo compaginar ambas cosas. Los excesos con las drogas a lo largo de estos tres años, en especial su nueva adicción a la heroína, acabaron con su matrimonio, con Thin Lizzy, y con su salud. Todo al mismo tiempo.
La Separación: el final de Thin Lizzy... y de Phil Lynott Los años '80 supusieron un cambio radical en la forma de entender el rock. Esto afectó a muchas bandas, que vieron como sus ventas descendieron, y como su popularidad quedaba eclipsada por otros estilos como el pop, el techno y otras propuestas metaleras alejadas del rock clásico. Fueron tiempos difíciles para Thin Lizzy, que a pesar de todo consiguió crear un disco que encajaba de modo genial en la época:Thunder and Lighting. Después del bajón que había dado la banda con Chinatown y Renegade, y algunos malos conciertos, parecía que la ecuación volvía a funcionar. El disco vendía bien, y Thin Lizzy seguía despertando interés en el público. Y sin embargo, la discográfica decidió que para pagar las deudas, Thin Lizzy haría una gira de despedida. Una gira de despedida en una banda de rock suele ser como una muerte en el cómic, dura un suspiro, pero en este caso acabó por convertirse en real.
En el terreno personal, Phil Lynott vivía una etapa de cambio frustrado. No había conseguido romper con su vida de Rock Star, y guardaba un secreto a su familia, su adicción a la heroína. Este estilo de vida acabó por distanciarlos, un duro golpe para un hombre tan sentimental. De la noche a la mañana, Phil Lynott se quedó sin matrimonio y sin banda de rock. Se encontró por primera vez en su vida sin nada que hacer. Se sintió solo. Cayó en depresión, y se dejó llevar definitivamente por la dama de blanco. Su salud empeoró, una y mil veces, y siempre se levantó, intentado crear una nueva banda, o haciendo colaboraciones, con Gary Moore sobre todo.
Sin embargo, sus intentos de recomponer Thin Lizzy o formar un nuevo grupo nunca fructificaron: las discográficas lo había dejado de lado, y algunos de sus antiguos compañeros prefirieron ir a lo fácil, y mover el culo a otras bandas más rentables, o simplemente descansar a tantos años de rock. Veían la decadencia física y mental de Phil Lynott, era evidente a simple vista, pero nadie le echó un cable salvavidas. Quizás hubiese llegado con un consejo de amigo, con una motivación para desengancharse porque Phil deseaba salir a rockear de nuevo, pero esta vez no podía hacerlo él todo. No como estaba. Nadie lo comprendió, y triste, se dejó ir.
Phil Lynott murió en Enero de 1986, acompañado de su familia. Se habían enterado demasiado tarde de que era adicto a la heroína, y ya nada pudieron hacer por él. El rock lloró a uno de sus lagartos más salvajes, a uno de sus mayores talentos. Todos lo querían, aunque siempre lo vieron como un tipo fuerte capaz de apañárselas solo. Todos nos quedamos con la sensación de que se fue sin cantar su última estrofa, sin embargo casi 30 años después de su muerte, el viento trae cada fin de semana los ecos de las jarras de cerveza que brindan en cada pub irlandés... por el mítico, el legendario, el ídolo, Phil Lynott.
Discos de la primera formación de Thin Lizzy: Phil Lynott, Eric Bell y Brian Downey.
Sin embargo tocaron la tecla adecuada cuando menos lo esperaban. Un día más se encontraban en el cutrichil de ensayo, un tanto desanimados porque los temas nuevos en los que trabajaban no acababan de funcionar. Tiraron los instrumentos al suelo y se disponían a marcharse. Entonces Phil Lynott se puso a cantar una canción típica irlandesa, de esas que animan las borracheras en los bares. "As I was going over the Cork and Kerry Mountains. I saw Captain Farrell, and his money he was countin... There's whiskey in the jar".
Eric Bell se sacó un riff de la manga y Brian Downey improvisó un ritmo y pegó unos cuantos golpes de platillo en el momento preciso. O'Donnell, el manager del grupo, escuchaba tras la puerta. Alucinó, y entró en el local de ensayo con una amplia sonrisa: "Tenemos Cara B para el single", dijo. Y no, no fue la Cara B, Whiskey in the Jar, que así se llamaba la canción que improvisaban, fue la Cara A del single, y el tema que tenían previsto, Black Boys On The Corner, ocupó la parte trasera del vinilo. A diferencia de los dos discos que habían publicado, esta vez sí, Thin Lizzy tenían esa canción inmediata capaz de llamar la atención.
El single salió a la venta, y la versión de esa vieja canción irlandesa fue un éxito inmediato. Whiskey In The Jar alcanzó el número uno en Irlanda, y lo mejor, escaló posiciones hasta los diez primeros puestos de la lista inglesa, y eso en los '70 eran palabras mayores, era subir a La Luna.
A Thin Lizzy sólo le faltaba un paso para cumplir el sueño de Phil Lynott y volar hacia las estrellas.
Off Topic.
Los cimientos del rock Después del single Whiskey In The Jar, Thin Lizzy entraron de nuevo en el estudio.
Las cosas iban muy rápido en los '60 y '70. Eran otros tiempos, distintos a los actuales. Las grandes bandas de rock sacaban un disco tras otro, a veces con sólo unos meses de diferencia. Disco-gira-disco-gira...
También evolucionaban las tendencias dentro del propio rock. Por poner un ejemplo, The Beach Boys popularizaron el surf rock y lideraban las listas, y el mundo en el '64, y al cabo de un año tuvieron que reinventarse porque el género había pasado de moda. Por cierto, se reinventaron a lo grande, en el '66 publicaron Pet Sounds, un disco clave en la historia. El rock era un arte en rápida evolución, estaban edificándose los cimientos de este movimiento.
En los '70 las bandas vivían una situación parecida, sólo que la competencia era mayor (muchos de los grandes Monstruos del Rock son bandas de esa década). Por ello el ritmo de trabajo de casi cualquier banda era agotador. Deep Purple, Led Zeppelin, Uriah Heep o Black Sabbath sacaban casi un disco por año y tenían tiempo de componer y de salir de gira, a tocar y a desfasarse.
El rock contemporáneo a Thin Lizzy seguía en continua evolución. No tardaría esta banda en aportar su granito de arena a la historia del rock: la moda de las guitarras gemelas, pues aunque no fue una invención de la banda, si fueron los mejores exponentes de este sonido.
Discografía de estudio de Thin Lizzy.
Por orden, de izquierda a derecha, y de arriba a abajo: Thin Lizzy, Shades of a Blue Orphanage, Vagabonds of the Western World, Nightlife, Fighting y Jailbreak. Johnny The Fox, Bad Reputation, Black Rose: A Rock Legend, Chinatown, Renegade y Thunder and Lightning.
Los nuevos guitarristas: Brian Robertson y Scott Gorham Phil Lynott y Brian Downey no encontraban un nuevo guitarrista, y frustrados, estaban a punto de disolver la banda. Sin embargo la casualidad puso ante sus ojos no sólo a uno, sino a dos grandes y desconocidos guitarristas.
Primero Brian Robertson se presentó a la última audición, justo antes de la disolución. Casi al mismo tiempo, Scott Gorham llamó a las puertas de Thin Lizzy, contestando a un anuncio. Entonces Phil Lynott pensó que podría crear un sonido diferente a todo lo que se estaba haciendo en el rock actual. Dos guitarras gemelas tocando una melodía similar en distintas escalas. Así nacieron las guitarras gemelas, una de las grandes aportaciones de Thin Lizzy a la historia del rock.
En los siguientes tres años, Thin Lizzy gira su estilo hasta asentarlo en el hardrock, del que ya no se moverá. La banda comenzó su escalada hasta la cima de este estilo musical con la publicación de Night Life, Fighting y Jailbreak.Night Life es un disco de transición, pero a partir de Fighting alcanzan el sonido por el que se harán famosos, un sonido característico por el que todo fan del buen Rock N' Roll es capaz de distinguirlos. Phil Lynott toca un bajo melódico pero al mismo tiempo rasgado y profundo. Por otro lado, las guitarras gemelas se pelean, cambian de ritmo y generan un sonido duro. La batería de Downey muestra una gran compenetración con el bajo de Phil para crear la base melódica. Puro hardrock con cambios de ritmo y riffs poderosos, y también una tendencia hacia la melodía preciosista, dos características comunes en muchas de las composiciones de Phil Lynott.
Si bien la banda tenía éxito, no despegó a nivel mundial hasta que publicaron en los Estados Unidos el single The Boys Are Back In Town del Jailbreak. Este disco los llevó a liderar festivales y a compartir escenario con otros Monstruos del Rock, como Aerosmith, Queen, Rainbow o AC/DC.
El camino del exceso: Phil Lynott vive su "Sueño Americano" Las primeras filas de los conciertos se estiraban para tocar a su ídolo... Phil Lynott había logrado su meta: era una Rock Star. Su estilo siempre fue muy visual, su comunión con el público total: poses felinas casi imposibles, en las que estiraba sus largas piernas; arengas para exaltar al público entre las canciones; juegos vocales en los que obligaba al público a cantar el estribillo; sonidos cortantes de su bajo, que aporreaba y apuntaba al frente como si de un arma de destrucción masiva se tratase; y por supuesto, copas con sus fans después de cada concierto.
Emerald, potente canción de Jailbreak con guitarras gemelas
Emerald en el mítico directo de 1978, Live and Dangerous. Pocas veces unas guitarras gemelas han brillado tanto como en Emerald, una canción difícil de tocar. Todo tenía que engranar a la perfección. La banda lograba que sonase armoniosa entre toda esa cantidad de sonido.
El Live And Dangerous muestra el mejor momento de Thin Lizzy a lo largo de su trayectoria. La banda era potente, estaba conjuntada y tenía un amplio y efectivo repertorio de canciones. Phil era un tipo que transmitía sentimiento. Creía en lo que hacía, y el público se contagiaba de su pasión. Esto puede verse en las grabaciones en directo de la época.
Thin Lizzy nunca alcanzó en vida las cotas de popularidad de sus hoy iguales entre los grandes Monstruos del Rock, pero el tiempo hizo justicia, y hoy Thin Lizzy son una banda de culto. Su música siguió creciendo después de la muerte de Phil Lynott, pues sus canciones tienen un estilo atemporal, que hoy las ha convertido en clásicos.
El líder de Thin Lizzy era un frontman genial, que vivía su trabajo, antes, durante y después de cada concierto. Aunque a veces se pasaba de la raya, y se bebía el rock y todo lo que encontrase por delante. Phil Lynott era físicamente imponente, y después de cada exceso, estaba ya listo para el siguiente. Parecía inmortal -como veremos más adelante, incluso en los últimos meses de vida de Phil Lynott, sus amigos se decían "saldrá de ésta, es fuerte"-, y sin embargo no lo era.
Sus excesos comenzaron a pasarle factura muy pronto. El grupo canceló la gira posterior al Jailbreak por el delicado estado de salud de Phil Lynott. El cantante y bajista tenía hepatitis, contraída por los excesos con la bebida y otras drogas a lo largo de los primeros seis años de vida de Thin Lizzy. Los médicos fueron tajantes, Phil debería dejar su vida de Rock Star para siempre, o al menos beber sólo agua durante las fiestas.
Durante su reposo en el hospital, compuso el siguiente disco de la banda, Johnny The Fox. Después de grabar el disco, Phil Lynott estaba de vuelta, listo para volver a la carretera y meterse de lleno en una nueva gira. Artísticamente estaba en su mejor momento. Físicamente ahora se encontraba fuerte. Eso parecía, al menos. Y realmente necesitaba estarlo, pues su nuevo compañero de desfases era un tal Sid Vicious.
Vagabons Of The Western World y la marcha de Eric Bell Thin Lizzy pasaron del anonimato al éxito en un chasquido de dedos, con un par... de reproducciones en la radio de su último single, Whiskey In The Jar. La base había sido el duro trabajo, primero ensayando día y noche y después componiendo canciones propias y tocándolas en cualquier antro que los quisiese contratar. Ahora tocaba disfrutar.
Y sin embargo no tuvieron tiempo de bailar al son de su primer éxito, Decca pensó que había que aprovechar el tirón; era el momento de preparar nuevo disco. Sucedía todo muy rápido en el rock de los '70. La gloria se contaba por minutos. El single de Thin Lizzy estaba en boca de todos, hoy, pero quién sabe si mañana. No había tiempo que perder, Thin Lizzy tenía delante su gran oportunidad.
Hoy sabemos que el tiempo dio la razón a la discográfica. Phil Lynott, Eric Bell y Brian Downey se enfrascaron en la composición y grabación del tercer LP, que titularon Vagabons Of The Western World. Esta vez sin las prisas del anterior, pues Decca estaba dispuesta a gastar dinero para que Thin Lizzy dispusiese del suficiente tiempo de estudio para grabar un buen disco.
Y se notó. La banda no defraudó, compuso un gran disco de estudio, sin duda el mejor de la primera etapa, con Eric Bell en la guitarra. Vagabons of The Western World sigue la tónica de los dos discos anteriores, es psicodélico y guarda un regusto de obra conceptual, de disco de cantautor que lo hace menos inmediato que los éxitos posteriores de la banda. Este disco contiene canciones que pueden funcionar como single -The Rocker o Little Girl In Bloom, por ejemplo-, así como temas profundos que mejoran con la segunda escucha. Shades of A Blue Orphanage contenía buenas canciones, pero que se habían quedado a medio camino, como si fuesen grabadas con rapidez y no estuviesen todavía terminadas. Por el contrario, Vagabons of The Western World es una obra redonda, cada canción está en su sitio, currada del primer al último segundo.
Thin Lizzy saboreaban el éxito de este nuevo disco, eran una banda conocida con propuestas para girar dentro y fuera de las islas. Entonces Eric Bell dijo basta, y abandonó la banda. No podía más. Thin Lizzy empezaba a generar buenos ingresos, y eso con Phil Lynott como líder significaba vivir como una Rock Star. Una vida donde los excesos eran constantes. Eric amaba Thin Lizzy, amaba los excesos con los chicos, pero empezaban a pasar factura a su salud. El guitarrista siempre tuvo la cabeza sobre los hombros y lo vio claro, necesitaba alejarse de unos vicios que empezaban a convertirse en adicciones.
Caricatura de Phil Lynott, líder y alma de Thin Lizzy
Uno de los frontman más influyentes de la historia del rock presumía de ser irlandés, hasta el punto de que su primer himno, Whiskey In The Jar, fue la adaptación de una canción tradicional, de esas que se cantan en las celebraciones familiares entre jarras de cerveza. Hoy son las canciones de Thin Lizzy las que alborotan los pubs irlandeses, y las jarras de cerveza brindan por la figura de Phil Lynott, a quien se venera como leyenda.
"¿Hay algún irlandés por aquí? Porque no escucho a ninguno".
Phil Lynott era un tipo carismático que desprendía estilazo rockero por todos sus poros. Un instigador nato que provocaba a su público, incitándolo a cantar y bailar al son de su hard rock. El líder de Thin Lizzy vivió una vida de juergas que no pocas veces acabaron en bronca. Un tipo duro, tanto que se atrevía a demostrar sus sentimientos más tiernos y a no ocultar la sonrisa con la que vivía su vida. Podía decir "te quiero", pero también romperte la cara si te metías con él o con su familia de Thin Lizzy. Su banda era lo que podríamos llamar una pandilla.
La carrera artística de Phil Lynott fue una escalada. Un lagarto del rock que buscó convertirse en Rock Star. Lo quería todo. Sí, no engañaba a nadie, le gustaba la fama y todas las diversiones que traía consigo ser una estrella del rock. Para conseguirlo supo rodearse bien, pues su banda Thin Lizzy estuvo compuesta en todas sus formaciones por músicos de enorme talento.
Pero en este reportaje no sólo vamos a contarte la parte bonita de esta historia. La otra cara es triste y dura, incluso injusta. Thin Lizzy murió debido a los excesos de Phil Lynott, a su vida de Rock Star. Y Phil Lynott murió solo, abandonado por managers, discográficas o compañeros de grupo. Abandonaron el barco del pirata cuando se acabó el oro de sus bodegas. Nadie le dio una segunda oportunidad cuando quiso volver a los mares, aunque bien merecida se la tuviese. Todos ellos fueron partícipes de sus excesos y bebieron de su talento. Todos disfrutaron del alma de la fiesta. Todos estuvieron ahí en los buenos momentos, pero ninguno le echó un cable mientras lo veían hundirse.
Phil Lynott lo dio todo por su pasión, y sí, acabó con Thin Lizzy porque en realidad él era Thin Lizzy. No había mayor pirata en ese barco. Esta es su historia...
AQuemarropa Fan Artwort sobre Thin Lizzy, la superbanda irlandesa del rock
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